¿Existieron en tiempos prehispánicos esculturas de serpientes talladas en piedra y pintadas que descendían del cerro de Chapultepec? Ésta es una idea factible si consideramos que para muchos pueblos mesoamericanos la serpiente significaba flujo y precisamente son flujos de agua, corrientes subterráneas, las que habitan en este cerro y que finalmente salen a la superficie a través de la cueva de Cincalco. Las esculturas, por lo tanto, habrían sido como una especie de radiografías o de señales que apuntasen a algo que no se puede apreciar a simple vista pero que ahí está. En este lugar es en el que se encontraban los baños de Motecuhzoma
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Xolotl-Quetzalcóatl (díptico)
De la serie Cincalco, nuestra madre.
Tinte de añil, de grana cochinilla y de pericón y pintura acrílica sobre papel montado en tablas de madera, 15 x 15 cm, 2022.
Quetzalcóatl (aquí representado en forma de caracol) era una deidad asociada al planeta Venus, la estrella más brillante durante el día; Xolotl era la deidad asociada a la misma estrella pero al atardecer. Justo terminando este díptico me contagié de COVID, así que tendré que ponerle una pausa a esta serie hasta nuevo aviso
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Gracias a Fernando Gálvez, a nuestro amigo el general que me dice: “Buenfil, ven y párate en esta piedra de acá para que sientas la energía de este lugar”, a La Sublime, Ximena Leyva y Gabriela Latapí.
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