El complejo entramado de las consecuencias del colonialismo es una fuerte motivación para la creación artística de Santiago Robles. Sus obras nos acercan a las preocupaciones del artista, quien sabe que las culturas originarias de Mesoamérica se han diluido a partir de la invasión española al continente, provocando que nuestras identidades culturales se hayan alineado a la hegemonía.
El interés de Santiago por las culturas originarias —pasadas, presentes y futuras— y la historia de México se asienta no sólo en los temas abordados en sus obras, sino también en los códigos y referentes que utiliza y en las técnicas que ha experimentado. El uso de iconografía y lenguaje nahuas mezclados con referencias de la cultura pop de finales del siglo XX y principios del XXI, permite que cada obra nos hable desde lenguajes que son comunes a las personas mexicanas. Así mismo, la elección de formatos y materiales —los códices, el maíz criollo y los pigmentos naturales— también son un manifiesto del compromiso del artista con el rescate de las expresiones culturales que se han desvanecido a lo largo de más de cinco siglos.
Si bien la obra plástica se entiende como proceso, en la obra de Santiago esto toma un matiz holístico. Los pigmentos que utiliza, por ejemplo, son creados mediante técnicas de las culturas originarias. En el resultado final, el artista no pretende poner ante nuestro ojos colores artificiales, sino extraídos de nuestra tierra. Pero, más allá del uso de estos pigmentos, es muy rescatable que el maíz utilizado en su obra —material mediante el cual aborda la convivencia de la permanencia y la finitud— es el resultado de un largo proceso que implica el trabajo comunitario y la investigación por la sustentabilidad del maíz criollo, ante las necesidades actuales del consumo en México.
La obra de Santiago Robles es un garbanzo de a libra. Tras el ocaso de la Escuela Mexicana de Pintura, el arte mexicano tendió hacia la despolitización. Sólo algunos artistas de cada generación se comprometieron con temas abiertamente políticos o lo hicieron en momentos coyunturales. Sin embargo, Santiago, en su abordaje holístico, crea desde una postura política contundente, que permite construir un diálogo intergeneracional sobre temas relevantes para el país —e incluso, para América Latina— que, hoy más que nunca, no pueden esperar a ser atendidos.
Ana Carolina Abad y Gabriel Cruz Zamudio
Con gran aforo se llevó acabo la inauguración de la exposición Tonacayotl. Nuestro Sustento, en el Senado de la República ubicado en el cruce de Avenida Insurgentes con Avenida Paseo de la Reforma en la Ciudad de México. La cita fue el pasado martes 21 de noviembre a las 11 horas y la muestra consiste en una selección, en una antología de los últimos diez años de trabajo.
Muchas gracias al senador por Tamaulipas, José Ramón Leal por la invitación para presentar mi trabajo; a Paola López, senadora suplente, por la confianza; a la senadora Ana Lilia Rivera Rivera por su claridad y perspectiva, al maestro Juan Gerardo López Hernández, Director General de Vinculación Cultural Comunitaria de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México, por sus palabras y a Paris Lezama por todo su apoyo en la organización. Agradecimientos especiales también a Christian Barragán, curador del proyecto, a Ana Carolina Abad y Gabriel Zamudio por el texto de sala, Héctor González, Tony Pliego, Miriam Figueroa, Fabiola Millán y a todos y todas las asistentes al evento inaugural.
Puedes ver la inauguración, aquí.
Video de Joaquín Berruecos.
La muestra estará abierta al público de manera gratuita del 21 al 24 de noviembre.
Mapa, aquí.
Redes sociales