Migración

Migración, proyecto expositivo y de reflexión social de Santiago Robles, es una revisión histórica de la fundación de México: desde Tenochtitlán hasta las postrimerías del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, mezcla de mitología y economía, sincretismo entre lo propio y lo extraño, lo posible y lo inverosímil. Constituida en dos secciones, Migración es en sí un traslado del sur hacia el norte, del presente al pasado. Presente tanto en La Trampa Gráfica Contemporánea (ubicada en el Centro Histórico) como en la Facultad de Artes y Diseño perteneciente a la UNAM (localizada en una orilla al sur, ambos espacios en la Ciudad de México), Migración entabla una lectura irónica y mordaz de nuestro presente político y ontológico.

Christian Barragán

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Galería Antonio Ramírez, Facultad de Artes y Diseño, UNAM

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Los pasos generan puentes

Caminata a través de antiguos canales de agua de la Ciudad de México la cual vinculó las dos sedes de la muestra.  

21.7 Km, 7 horas

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La Trampa Gráfica Contemporánea, Centro Histórico

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Facultad de Artes y Diseño

Mapa, 2015, tinte de grana cochinilla y pintura acrílica sobre papel Arres + loop de audio (11 min 30 seg), 108 x 72.8 cm y 108 x 36.4 cm

McChapulines, 2015, intervención a caja comercial de cartón con chapulines, 13 x 15 x 15.5 cm

De la serie Migración, 2013-2015; tinte de grana cochinilla y pintura acrílica sobre papel artesanal elaborado en Arte Papel Vistahermosa; 34.4 x 49.4 cm, 49.4 x 34.4 cm, 34.4 x 87 cm; 30 piezas

1. El origen; 2. Año uno pedernal; 3. Teomama, cuatro fueron los guías de la migración; 4. Tamoancha, se partió un árbol; 5. Huitzilopochtli; 6. Sacrificamos tres guerreros; 7. Coatepec, cerro de serpientes; 8. Por la noche; 9. Atotonilco, el lugar del agua caliente; 10. Apasco, en la vasija; 11. Huixtepec, el fuego nuevo; 12. Tzompanco, en el tzompantli; 13. Shell-tocan; 14. Acalhuacán, el lugar de los que tienen canoas; 15. Postre para el banquete de la civilización; 16. El rayo y la memoria; 17. Ehecatépetl, el cerro del viento; 18. Coatitlán, ofrenda; 19. Coatitlán-Chalco; 20. Huizachtitlán, lugar de huizaches; 21. Creímos encontrar el alimento; 22. Tecpayocan, mueren tres guerreros; 23. Popotla; 24. Chapultepec; 25. Xochimilco; 26. Culhuacán; 27. Almanaque; 28. Una nube en el ojo; 29. Encontramos la señal.

La Trampa Gráfica Contemporánea

Mole negro, 2015, rebanada de pizza comercial horneada durante siete horas, prueba de autor (edición de 6 + 1 P/A), 13.3 x 19.7 cm

De la serie Migración, 2013-2015; tinte de grana cochinilla y pintura acrílica sobre papel artesanal elaborado en Arte Papel Vistahermosa; 34.4 x 49.4 cm, 49.4 x 34.4 cm, 34.4 x 87 cm; 30 piezas

30. Encontramos la señal

Migración, 2015, instalación (loop de audio, alambre, cartón, madera, periódico, pintura acrílica, yeso, muro), 350 x 350 x 270 cm

En las dos sedes: Carteles + estampas para utilizarse en caminatas.

Estampas

Instrucciones sugeridas:

Dentro de este sobre hay cinco estampas que marcarán puntos clave en tu migración.

1. Ubica tus recorridos cotidianos o planea uno extraordinario.

2. Realiza un registro fotográfico de los puntos más interesantes de tu ruta migratoria incluyendo en cada toma una de las estampas.

3. Sube tus fotos acompañadas de un texto breve contando tu experiencia a Instagram o Twitter con el #Migración. También puedes enviarlas al correo contacto@santiagorobles.info

Los registros seleccionados serán publicados en una edición.

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Migración, de Santiago Robles: un mito de la fundación del México globalizado

Karina Ruiz Ojeda

El Códice Boturini narra que los mexicas peregrinaron durante más de 200 años (de 1111 d.C. a 1325 d.C.) para encontrar el lugar donde fundarían México-Tenochtitlan, ciudad que sería el germen de una nación. Casi 700 años después, en la Ciudad de México todos los días seguimos peregrinando, de sur a norte, de norte a sur, en busca de trabajo, de educación, de bienestar. Migramos a los lugares con mayor flujo de capital con la esperanza de estar mejor. Siendo la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos de América ha sido para millones de mexicanos el lugar idóneo para lograr estas aspiraciones, un ensueño de desarrollo económico y social, y una mortal apuesta por salir del rezago extremo en el que se encuentra mucha gente en el país. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se intensificó la dependencia económica de México hacia Estados Unidos.

Desde siempre los seres humanos se han desplazado por diversas razones, reconfigurando territorios e identidades permanentemente, pero en la era de la globalización –y especialmente en la era digital– hay un flujo cultural sin precedentes, que rebasa la capacidad física de las personas para trasladarse de un lado a otro, lo cual permite intercambios simbólicos que tienden a difuminar fronteras de manera vertiginosa. La nación es una construcción, no existe lo auténtico e inmutablemente mexicano. Las identidades nacionales son móviles, permeables, endebles; son construcciones que elaboramos con base en mitos que nos cuentan desde niños una y otra vez. En estos tiempos no es sólo pertinente sino necesario cuestionar estas narraciones, y en la exposición Migración, curada por Christian Barragán (Ciudad de México, 1985) y realizada simultáneamente en la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM y en la galería La Trampa Gráfica Contemporánea en junio de 2015, Santiago Robles (Ciudad de México, 1984) hizo un ejercicio de reinterpretación del mencionado códice y del escudo nacional relacionado con esta narración: el águila sobre el nopal devorando una serpiente. Robles sustituye estos símbolos por otros que corresponden más a la realidad globalizada, confusa e irrisoria —por lo absurda— que vivimos actualmente en este país, con su Estado fallido. El rojo es protagonista de esta muestra, que señala varias de las connotaciones que ha tenido este color en territorio mexicano: el rojo de la grana cochinilla, del dios Tezcatlipoca y del PRI.

Robles trazó una ruta migratoria de sur a norte, de Xochimilco al centro de la Ciudad de México; la muestra comenzó en la FAD, con una serie de 31 dibujos que conformaron el nuevo códice que el artista propone. Algunas de estas imágenes representaron a Disney, a McDonald’s y a Shell: la sustitución de la institución por la corporación, con sus nuevos símbolos (trans)nacionales, como Mickey Mouse. Se puede apreciar a David Bowie como un ícono de la metacultura pop. Complementaron esta parte de la muestra un par de mapas con la ruta marcada por el Códice Boturini y los principales lugares de paso de los migrantes mexicanos en la actualidad, así como un audio con la narración oficial del códice (que se puede escuchar en el Museo Nacional de Antropología). Al centro de la sala, se encontraba una cajita de McDonald’s con chapulines al ajo en lugar de papas a la francesa (McChapulines, 2015), pieza periférica que dialogó con otra del segundo espacio de exhibición: Mole
 negro, una rebanada de pizza comercial calcinada. Con estas dos piezas, y con el papel amate elaborado en Etla, el autor hace referencia a sus días en Oaxaca, sitio por el que siempre ha sentido una especial atracción, quizás siendo víctima del síndrome de Marco Polo, del que habla Gerardo Mosquera: esa nueva sed de exotismo desde el centro hacia las periferias.

En la segunda parte de la muestra, en la galería La Trampa Gráfica Contemporánea, el espectador encontraba la fundación de nuestra historia global, la señal mítica: una escultura de Ronald McDonald dominando a una serpiente, la cual encontraba eco en un dibujo del mismo tema, complementando así la serie gráfica iniciada en la FAD. Ronald McDonald se erige como la figura máxima de lo transnacional, del capitalismo exacerbado, del poder económico que arrasa con cualquier intento local de competir en las dinámicas impuestas por la globalización. Ronald es gringo pero también es mexicano, es colombiano, filipino, chino y australiano. Ronald es de todos lados, representa los sueños del mundo entero: riqueza y libertad.

Un domingo, durante el desarrollo de la exposición, Robles hizo una caminata de más de siete horas entre las dos sedes de la muestra, desplazándose sobre los extintos canales de agua que en otra época comunicaron las afueras de la ciudad con el centro. Durante este trayecto, recolectó imágenes del paisaje citadino en su teléfono, actividad que pareciera indispensable para cualquier migrante contemporáneo: puentes, banquetas, coladeras, pavimento, basura, grafiti, autos, canales, lanchas, detritus urbano, construcciones deterioradas y olvidadas. En las sedes de la exposición, el 
artista repartió estampas para invitar al público a realizar marcajes de los puntos más interesantes de sus recorridos cotidianos (o extraordinarios), fotografiarlos y compartirlos en redes sociales.

Migración no es sólo una crítica a la globalización impuesta desde Estados Unidos de América, sino a otras hegemonías que perpetuamos en la cotidianidad mediante la apropiación de signos, objetos y prácticas culturales, operación de re-significación en distintos niveles de nuestras identidades y en batallas simbólicas en las que casi siempre lo global resulta vencedor. Por ejemplo, la pizza y la hamburguesa se han convertido en referentes gastronómicos de Estados Unidos y todo lo que representa, pero ya son “nuestros” también, ya nos los hemos apropiado y adaptado. El año pasado, en la Guelaguetza –llamada la “máxima fiesta de los oaxaqueños” por otra clase de hegemonía cultural– celebrada en San Antonino Castillo Velasco, comunidad en los valles centrales de Oaxaca, la oferta gastronómica consistía principalmente en hot cakes, pizzas y hamburguesas.

Pero en medio de esta homogeneización económica y tecnológica, las comunidades redefinen su cultura propia, que ya no es la misma que hace veinte años. Para Néstor García Canclini, la cultura local no se reduce a las tradiciones, “se forma tanto con lo que parece propio del territorio inmediato como con lo que proviene de movimientos globales”. Y en esta hibridación, surgen también manifestaciones de nacionalismo y etnicismo en la reafirmación de la identidad. Lo local se va reconfigurando con la cultura que lo permea, en un proceso complejo y constante de conflicto, negociación y adaptación.

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Actividades complementarias

Visita acompañada. Actividad paralela en compañía del curador de la muestra, sábado 20 de junio 2015, 1. Recorrido por el Museo del Templo Mayor. 12-14 horas,  2. Caminata del Zócalo al Antiguo Colegio de las Vizcaínas, 3. Visita guiada en La Trampa Gráfica Contemporánea, 14:30-15:30 horas

Taller de grabado. Mitos contemporáneos: conflicto, negociación y apropiación en la historia. Impartido por Ernesto Alva, Rubén Morales y el artista. Público en general y profesionales afines al campo artístico. Objetivo: realizar una carpeta colectiva de grabados impresos a una tinta, teniendo como referencia la visita guiada y la conversación en torno a la exposición Migración. Sábado 27 de junio, 12 a 15 horas. Mayores informes: latrampa.grafica@gmail.com

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Diseño gráfico de la exposición: Alejandra Guerrero, Santiago Robles.

Agradecimientos: Karina Ruiz, Nidia Rojas, Miss Baby Baby, Ernesto Alva, Rubén Morales, Familia Landin, Liliana Ortíz, Julián Cicero, Guillermo Zaleta, Karina Díaz, Mónica Mateos y Tony Pliego.

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